viernes

Práctica de Oración


¿Qué enseña la Biblia sobre la oración?
No puede haber progresos en ningún aspecto de la vida cristiana sin oración.
Es por lo tanto importante para el nuevo creyente saber lo que la Biblia enseña sobre el tema.
El siguiente desarrollo intenta responder algunas preguntas básicas:
A. ¿Por qué orar? Porque la Biblia nos manda que lo hagamos (I Timoteo 2:8). El Señor Jesús fue un hombre de oración. Si Él sentía la necesidad de hacerlo, ¡cuánto más nosotros! I Tesalonicenses 5:17-18; Efesios 6:18.
B. ¿Cuán a menudo? Deberíamos orar varias veces cada día. Es un buen plan orar al levantarse a la mañana y al ir a descansar a la noche. Entonces durante el día, deberíamos buscar al Señor cuando surgen los problemas, cuando necesitamos ayuda o sabiduría o cuando queremos agradecerle por algo. Nehemías a menudo elevó al cielo “oraciones en pequeñas frases” mientras estaba en la lucha de la edificación de los muros. Ciertamente cada cristiano debería inclinar su cabeza y dar gracias antes de comer sus alimentos, sea en público o en su hogar.
C. ¿En qué posición? Daniel se arrodillaba cuando oraba (Daniel 6:10). Así también hizo el Señor Jesús (Lucas 22:41). Nehemías, por otro lado, oró mientras estaba parado delante del Rey (Nehemías 2:4). En general, los cristianos se arrodillan cuando están en casa, pero es aún su privilegio hablar con Dios mientras caminan por la calle o están en sus actividades diarias.
D. ¿Para qué? Entre las Escrituras que responden esta pregunta están Filipenses 4:6; I Timoteo 2:1-3; y Mateo 9:38. No hay nada demasiado pequeño ni demasiado grande para orar. Muchos creyentes encuentran ayuda teniendo una lista de oración sobre la cual registran ítems como:
(1) nombres de parientes y amigos no salvos.
(2) nombres de aquellos que están enfermos o en necesidad.
(3) nombres de aquellos que están sirviendo al Señor, tales como misioneros, evangelistas, y maestros. No olvides incluir también alabanzas al Señor en tus oraciones y asegurarte que nuestro enfoque sea “la Gloria de Dios”. Cuando tus requerimientos sean específicos, verás respuestas específicas; si oras por la gente en general, sin nombrarles, no tendrás manera de saber si tus oraciones fueron respondidas.
E. Condiciones para respuestas de oración.Si nosotros permanecemos en Cristo, nuestras peticiones serán respondidas (Juan 15:7). Permanecer en Cristo significa guardar sus mandamientos (I Juan 3:22):
(1) Nuestras oraciones deberían ser de acuerdo a Su voluntad (I Juan 5:14). Dado que el bosquejo general de la voluntad de Dios se encuentra en la Biblia, nuestras peticiones deberían ser escriturales. Por lo tanto, debemos orar en el lenguaje de la Biblia.
(2) Nuestras peticiones deberían ser elevadas en el Nombre de Cristo (Juan 14:13; 16:23). Cuando nosotros realmente pedimos en Su Nombre, es como si Él mismo estuviera haciendo a Dios la petición.
(3) Nuestras motivaciones deben ser puras (Santiago 4:3). Si nuestras peticiones son egoístas y pecaminosas, no podemos esperar una respuesta.
F. ¿Lenguaje de oración? Deberíamos dirigirnos a Dios reverentemente. Los cristianos comúnmente usan las palabras "tú" y "ti" en tono familiar para dirigirse al Padre, pero no debemos olvidar la reverencia.
G. Peligros de la oración.
(1) No ores para ser visto de los demás. Mateo 6:5-6.
(2) No le pidas a Dios que haga algo que tú puedes hacer. Ningún cristiano sano se metería en la calle entre autos en movimiento y luego le pediría a Dios que lo devuelva a la vereda. Dios le dio piernas para hacerlo por sí mismo.
(3) ¡No pidas algo que sabes que no deberías tener! Dios a veces concede tales peticiones pero envía frustraciones al alma. Salmos 106:15.
(4) Evita vanas repeticiones. Mateo 6:7; Eclesiastés 5:2.
H. Otras sugerencias.
1. Si tú encuentras que tu mente se distrae cuando estás de rodillas, trata de orar en voz alta. Esto te ayudará grandemente a concentrarte.
2. No te desanimes si tu respuesta no llega inmediatamente. Las respuestas de Dios nunca son demasiado tempranas como para perder la bendición de esperar en Él, y nunca demasiado tardías como para pensar que hemos confiado en Él en vano.
3. Si la respuesta de Dios no es exactamente lo que has pedido, recuerda esto: Dios se reserva el derecho de darnos algo mejor que lo que pedimos. No sabemos qué es lo mejor para nosotros, pero Él sí, y así Él nos da lo que nunca podríamos pedir o pensar. II Corintios 12:8-9.
Miguel A. Sandobal

Triunfo sobre la tentación


¿Cómo puede un cristiano resistir tentaciones pecaminosas?

Al momento que una persona llega a ser salva, una gran lucha comienza. Todavía tiene la vieja naturaleza, la pecaminosa naturaleza de Adán, la cual tratará de llevarlo al pecado todo el tiempo. Pero también él tiene la nueva naturaleza, la vida de Dios, la cual odia el pecado y quiere lograr que hagamos lo recto.

Las dos naturalezas luchan una contra otra continuamente. La cuestión es cual vencerá. La respuesta es: “la que alimentemos” (Gálatas 5:16-17; Romanos 8:5-8).

La vieja naturaleza es incurablemente mala, no puede ser mejorada y no será removida hasta que el cristiano llegue al hogar celestial.

Dios la condenó cuando Cristo murió en la cruz, y quiere que los cristianos la tratemos como si estuviera muerta. ¡No la animes! ¡No la alimentes! ¡Nunca le des una oportunidad! (Romanos 13:14).

La nueva naturaleza inspira al cristiano a hacer lo bueno, debería ser motivada y alimentada. Esta, entonces, es la manera como los cristianos resisten la tentación, diciendo "No" al mundo, a la carne y al diablo.

Al mismo tiempo el creyente debe nutrir la nueva vida que tiene en su interior.

Las siguientes son sugerencias prácticas de lo que podríamos hacer:


A. ¡Lee la Biblia! ¡Estúdiala! ¡Memorízala! ¡Medítala! ¡Obedécela! Salmos 119:9, 11. Aprendemos que la Palabra de Dios nos ayuda a guardarnos del pecado. Debes estar seguro, por lo tanto, que apartes un tiempo definido cada día para la lectura de la Palabra de Dios (Colosenses 3:16).


B. ¡Ora sin cesar! Cada vez que te enfrentes a una tentación, clama a Dios por ayuda (Hebreos 4:16). Él te dará fuerzas para vencer (I Corintios 10:13). Si tratas de resistir por tu propia fuerza, seguramente fallarás.


C. Busca el compañerismo de creyentes y no de los impíos!Proverbios 1:10-16; Hebreos 10:24-25. Frecuentemente es necesario trabajar y vivir con no creyentes, y en tales casos deberíamos testificarles con nuestras bocas y con nuestras vidas. Pero no deberíamos unirnos a ellos en sus placeres y diversiones mundanos (Efesios 5:10).


D. ¡Confiesa tus pecados inmediatamente! I Juan 1:9. Tan pronto como seas conciente de que has ofendido a tu Padre por un pensamiento pecaminoso, palabra o hecho, pide su perdón inmediatamente. No esperes hasta la noche o hasta el fin de semana. Proverbios 28:13.


E. ¡Mantente ocupado para el Señor! Alguien ha dicho que manos ociosas son el taller del diablo. ¡Entrega tu cuerpo al Señor para usarlo como él desea! (Romanos 6:19) Hay muchísimo trabajo para hacer, y estarás sirviendo al mejor de los maestros.


F. ¡Involúcrate en algún ejercicio físico!El ejercicio físico es provechoso (I Timoteo 4:8). Debido a que el cuerpo del creyente es el Templo del Espíritu Santo, deberíamos usar medios razonables para mantener nuestro cuerpo en buena salud y fortaleza. De todos modos, no deberíamos permitir que el deporte asuma un lugar de tal importancia que las cosas espirituales sean ahogadas (I Corintios 6:19-20).


G. ¡Deja pasar hambre a tu vieja naturaleza! Sé cuidadoso con lo que lees, con lo que miras, a donde vas y con lo que escuchas (Colosenses 3:5-9).


H. ¡Alimenta la nueva naturaleza! ¡Ocúpate con Cristo! Cuando estás pensando acerca de Él, no puedes estar pensando en el pecado (Colosenses 3:10-14). Esto es realmente el secreto de una vida santa, ocuparnos de y con Cristo. Una regla fija en nuestra vida es que llegamos a ser tal como es el objeto de nuestra adoración. II Corintios 3:18 nos enseña que llegamos a ser como Jesucristo mientras le contemplamos en el espejo de Su Palabra. El Espíritu Santo que mora en nosotros nos cambia a Su imagen y semejanza. Ocuparnos con otros nos trae distracción.


Ocuparnos de nosotros mismos nos trae tristeza. Ocuparnos de Cristo nos trae deleite.¡Una palabra final!

Notarás mientras avanzas que liberarse de la tentación no es una experiencia de una vez para siempre sino un proceso continuo de dependencia de Dios.

No importa cuan viejo eres o cuanto hayas aprendido sobre la Biblia, todavía estamos en peligro de someternos a la tentación si quitamos los ojos del Señor. Un hombre muy piadoso solía orar que Dios le guardara de morir como un viejo hombre impío. Todos nosotros necesitamos orar la misma oración (Colosenses 3:1-4).


Miguel A. Sandobal

Resurrección para el Cristiano


La Biblia habla mucho de la resurrección corporal.

En diferentes ocasiones algunos en la Biblia fueron resucitados de los muertos.

Estas fueron demostraciones milagrosas del poder de Dios sobre la muerte. Pero a causa de que eventualmente esta gente volvió a morir, ellos no fueron físicamente resucitados en el sentido final, mas bien, ellos fueron vueltos a la vida. Lázaro es un buen ejemplo, Juan 11:39-44.

El primer ejemplo de muerte y resurrección corporal es Jesucristo. Cristo es las primicias de los muertos. “Ahora Cristo ha resucitado de los muertos, primicias de los que durmieron es hecho” (I Corintios 15:20).

La Biblia siempre habla de la muerte de un creyente como dormir, no morir. Los primeros frutos en la resurrección de Cristo entre los muertos, fueron la garantía de Dios de la completa cosecha que se levantará después.El Cuerpo de Cristo, la verdadera Iglesia, tendrá una resurrección corporal de los suyos. “Los muertos en Cristo resucitarán primero” (I Tesalonicenses 4:16).

Esta es la resurrección de los cuerpos de todos los que hayan muerto en Cristo, serán unidos a sus almas y espíritus y ascenderán al cielo para ser la esposa de Jesucristo.

Esto es llamado el “Arrebatamiento” de la Iglesia. Compartiremos más de este tema.

Alrededor de 500 personas fueron testigos de las apariciones de Cristo luego de su resurrección corporal. Sus testimonios como testigos oculares desafían a aquellos que no son creyentes.

En la mayoría de las Cortes la mayor cantidad de testigos oculares que se han requerido son siete.

El Nuevo Testamente ha registrado testimonios de aquellos que personalmente le vieron. Alrededor de 500 le vieron en su cuerpo resucitado. Otros que le vieron testificaron que Él está vivo. Hablaron con Él, comieron con Él, y tuvieron un tiempo de comunión mientras estuvieron con Él varias veces después de llegar a ellos corporalmente luego de una brutal crucifixión y de tres días en una custodiada tumba de roca.

Hay muchísima evidencia clara de que Jesucristo, de hecho, resucitó corporalmente de entre los muertos.

Los 27 libros del Nuevo Testamento y la Iglesia son los efectos causados por el Cristo resucitado. La iglesia comienza inmediatamente, mientras los apóstoles comienzan predicando en Jerusalén, lugar donde Él había sido crucificado y sepultado.

Tres mil fueron salvos en un día. Ellos fueron por todos lados diciendo que Jesús había resucitado de los muertos.

Créanme, si no hubiese sido cierto, el enemigo habría mostrado el cuerpo porque de ese modo habría silenciado todas las proclamas de la iglesia de aquellos días.

El hecho es que 3 días después de Su crucifixión, Él corporalmente resucitó de la tumba.

Él está vivo, y porque Él vive, nosotros viviremos.


Miguel A. Sandobal

miércoles

Eventos Futuros



Todo estudiante de La Biblia es estremecido al leer acerca de eventos que aún son futuros.

Sólo en la Biblia el futuro es revelado. Consideremos algunos de estos eventos en el orden en el cual sucederán.

I. VENIDA DE CRISTO POR SUS SANTOS

El próximo evento que ocurrirá en el calendario de Dios es la venida de Cristo para llevar a su pueblo al hogar celestial (I Tesalonicenses 4:13-18). Esto es conocido como el “Arrebatamiento” de la iglesia. Cristo descenderá del cielo, la trompeta sonará y los cuerpos de los creyentes que han muerto serán resucitados. Entonces los creyentes que aún vivamos seremos arrebatados juntamente con ellos para encontrar al Señor en el aire. Esto sucederá en un “abrir y cerrar de ojos”. Este pasaje de las Escrituras nos describe este evento acto por acto. Léalo lenta y cuidadosamente, porque habla acerca de usted si es que conoce hoy a Cristo como su salvador (I Corintios 15:51-58). ¡Puede ser hoy!Note los siguientes aspectos sobre la venida de Cristo:

A. Puede suceder en cualquier momento. Apocalipsis 22:7

B. Sólo los verdaderos creyentes participaremos. I Corintios 15:23.

C. No todos los creyentes morirán pero todos seremos transformados. I Corintios 15:51.

D. Seremos como Cristo. I Juan 3:2; Romanos 8:16-25.

II. LA GRAN TRIBULACIÓN

Mateo 24:5-31 y gran parte del libro de Apocalipsis cubren este período de tiempo sobre la Tierra. Después del arrebatamiento, la Tierra experimentará un período de gran sufrimiento y tristeza conocido como la Gran Tribulación.

Durante este período, el pueblo judío retornará a su tierra en incredulidad. Un gran gobernante malvado conocido como el “Anticristo” (significa en contra de Cristo) se levantará.

Él demandará adoración de la gente y engañará a Israel. Será un tiempo de tan grande sufrimiento que si los días no fueran acortados, nadie sobreviviría. De todos modos, Dios preservará aquellos judíos que hayan sido fieles a Él.

III. VENIDA DE CRISTO PARA REINAR

En los primeros 3 ½ años de la tribulación, el anticristo convencerá a los judíos que él es amigo de ellos y arduamente trabajará por su protección.

A la mitad de los siete años, se volverá a los judíos y mostrará quién realmente es. La gran persecución y batallas tales como nunca se han conocido en la historia tendrán lugar, finalizando todo con la batalla de Armagedón.Malaquías 4:1-3.

Al final del período de la Tribulación, el Señor Jesucristo, conjuntamente con aquellos que fueron arrebatados, regresará a la tierra con gran poder y gloria, y reinaremos con Él.

Él destruirá a Sus enemigos, incluyendo al anticristo, y juzgará las naciones, las cuales persiguieron a los judíos fieles.

Satanás será atado en el abismo por 1000 años (Apocalipsis 20:1-3).

IV. EL MILENIO

Isaías 32:1; 35:1-7; 65:17-25. Cuando su trabajo de juicio haya sido completado, Cristo establecerá Su Reino sobre la Tierra y Jerusalén será su capital. Él reinará sobre la tierra por 1000 años. Este período es conocido como el Milenio.

Será una era de paz y felicidad. Leemos que la naturaleza será enteramente diferente, porque el león se acostará junto al cordero, el desierto florecerá como la rosa, el hombre vivirá por muchos años, será un tiempo de gran prosperidad, no habrá guerras.

Pese a todo, el pecado no estará enteramente ausente, será juzgado inmediatamente en cualquier momento que ocurra.

V. EL JUICIO DEL GRAN TRONO BLANCO

Apocalipsis 20:11-I5. Al final del reinado de 1000 años de Cristo, tendrá lugar el juicio del Gran Trono Blanco: este es el juicio de todos los muertos impíos. Todas las personas no salvas estarán involucradas. Las tumbas devolverán los cuerpos de los no creyentes, el Hades o infierno devolverá las almas y comparecerán delante de Cristo para ser juzgados.

Los libros serán abiertos (Apocalipsis. 20:11-15) y serán juzgadas todas sus obras. Finalmente, porque sus nombres no serán hallados en el libro de la Vida del Cordero, serán hallados culpables y sentenciados al Lago de Fuego para sufrir conciente y eterna condenación.

VI. ETERNIDAD

Apocalipsis 21:1-8. El cuadro final del futuro es el Estado Eterno. La Tierra como sabemos será destruida por fuego. El tiempo, tal como lo conocemos, cesará. Todos los creyentes verdaderos disfrutaremos felicidad sin fin en el Cielo. Todos los que hayan rechazado al Salvador sufrirán en las oscuridades y tinieblas para siempre. La pregunta clave que enfrenta cada uno de nosotros y debe ser respondida mientras nos acercamos al final de la primera parte de Lo Que Enseña La Biblia es: "¿Dónde pasaré yo la eternidad?"

Miguel A. Sandobal

La vida que cuenta


¿Cómo puede un cristiano hacer que su vida cuente?


Ha sido correctamente dicho: “Un necio es un hombre cuyos planes terminan en el tiempo”.

Para evitar la tragedia de una vida malgastada, la Biblia nos aconseja a cada cristiano lo siguiente:

A. Cuenta el costo de ser un discípulo de Cristo. Todos los creyentes son hijos de Dios, pero no todos son discípulos. Los términos para el discipulado son dados en Mateo 10:16-42 y Lucas 14:25-35. Ser un discípulo significa poner a un lado el confort y la seguridad terrenal, significa una vida de auto negación, significa la enemistad y el ridículo del mundo, es abandonarlo todo para seguir al Señor Jesús.


B. Has un deliberado compromiso de tu vida a Él. Romanos 12:1. Llega al punto de decisión donde entregas tu cuerpo en sacrificio vivo a Dios. Esa es la única cosa razonable para hacer en vistas a todo lo que Él ha hecho. "Si Jesucristo es Dios y murió por mí, entonces no hay sacrificio que pueda ser demasiado grande para que yo haga por Él".


C. Abandona tu propia vida para Cristo. El Salvador dijo: "todo aquel que pierda su vida por causa de mí la hallará" (Mateo 16:25). En otras palabras, si quieres conocer el pleno gozo y felicidad de la vida, deberías vivir para complacer al Señor Jesucristo y no a ti mismo. El que vive egoístamente es una persona miserable y no feliz.


D. Quema los puentes detrás tuyo. “Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar” (Salmos 118:27). Hazlo tan difícil como sea por ti mismo, para no volver a conexiones que te alejarían de una vida de obediencia de todo corazón y devoción a tu Señor (Lucas 9:23).


E. No te desvíes. Muchos comienzan muy bien pero pierden la visión y resbalan retornando a la vieja rutina. Negocios bien pagos, materialismo, carreras interesantes, y muchas tentaciones morales te sacarán afuera. Matrimonios no sabios han sido la caída de muchos que hubieran sido discípulos. El diablo usará a cualquiera y cualquier cosa para desviarte de la senda de Dios para ti. El Señor Jesús dijo: "Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios" (Lucas 9:62).


F. Vive para servir. "El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir" (Mateo 20:28). La verdadera grandeza está en servir a otros. No trates de estar en la línea donde se recibe. "Más bienaventurado es dar que recibir" (Hechos 20:35).


G. Corónale a Él como Señor de todo. Si Cristo reina en tu vida, cada día realmente contarás para la eternidad. El cristianismo es “no un placentero pasatiempo sino una búsqueda apasionante”. No es una vida fácil sino una lucha. No cuesta nada llegar a ser un cristiano, pero cuesta todo ser uno. No es popularidad sino persecución; no es confort sino una cruz. Pero es la mejor vida. Tú sirves al mejor de los Maestros.

Tus recompensas son lo mejor, y disfrutarás tu trabajo aún más que tus salarios. Tus recompensas son maravillosas, tanto ahora como en la eternidad.Te insistimos, por lo tanto, que des tu vida a Cristo. Dale lo mejor de ti, no retengas nada. Puede llegar a ser tu supremo gozo escucharle decirte al fin: "Bien, buen siervo y fiel... entra en el gozo de tu Señor" (Mateo 25:21).

Este fue escrito para ayudarte en dos cosas: Primero, “para estudiar a fin de presentarse a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de Verdad” (II Timoteo 2: 15). Segundo “…para sufrir penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente” (II Timoteo 2:3-5)



Miguel A.Sandobal

Sepultados en el bautismo


¿Qué es el bautismo, y quién debería ser bautizado?

Antes que el Señor Jesús ascienda al cielo, Él dio a sus discípulos la Gran Comisión: "Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén." (Mateo 28:19-20)

Fue el deseo del Señor que, como Sus siervos, fuéramos por todo el mundo con el evangelio, bautizando a aquellos que hubieran recibido el mensaje.

El Bautismo es una ordenanza instituida por el Señor mismo. Esto levanta dos preguntas: Primero, ¿cómo es la ordenanza del bautismo llevada a cabo? Segundo, ¿cuál es el significado del bautismo?

En función de encontrar una respuesta verdadera al primer planteo, debemos ir a Hechos 8:26-39. Allí nos encontramos con el siervo de la Reina de Etiopía viajando en su carro y leyendo el libro de Isaías, capítulo 53, en el Antiguo Testamento.

Este hombre era un sincero buscador de la verdad, y por eso Dios instruyó a Su siervo, Felipe, para que hablara con él. Felipe le dijo como el Señor Jesús había muerto en el Calvario para que los pecadores pudiesen ser salvados.

El viajero creyó en el Señor Jesucristo, y luego le preguntó a Felipe si podía ser bautizado. Puesto que el hombre ciertamente había creído en Cristo, Felipe estuvo de acuerdo en bautizarlo, por lo tanto detuvo el carro cerca de un lugar de aguas. Ahora observa cuidadosamente los versículos 38 y 39: “Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino”.

Ahora, ¿cuál es el verdadero significado de esta ceremonia, la cual se llevó a cabo de manera tan simple en un camino desierto hacia el sur de Jerusalén muchos años atrás, y la cual continúa siendo practicada hasta hoy?


A. Primero de todo, es un acto de obediencia a la expresada voluntad del Señor Jesús. (Mateo 28:19)El propósito no es quitar las inmundicias de la carne, sino mas bien dar al cristiano una buena conciencia hacia Dios, sabiendo que ha obedecido la voluntad del Señor (I Pedro 3:2). Solamente aquellos que han oído y creído deberían ser bautizados (Hechos 18:8).


B. En segundo lugar, Romanos 6:3-5 enseña de que es un símbolo o cuadro de una verdad espiritual. (1) El agua es un cuadro de juicio y muerte.(2) Cuando Cristo murió, Él fue bajo las aguas del juicio y de la muertepara quitar nuestros pecados (Salmos 42:7).

Puesto que Cristo murió como sustituto por el creyente, es igualmente cierto que el creyente murió con el Señor Jesús. En otras palabras, cuando Cristo murió, yo morí. Cuando Él fue sepultado, yo fui sepultado. Cuando Él resucitó, yo resucité.El cristiano ha muerto al pecado, al mundo y al yo.

Él ha muerto a todo lo que era por naturaleza, y desde ahora en adelante Dios no lo ve más en sus pecados, sino que lo ve en Cristo, resucitado de los muertos, y poseyendo la vida de resurrección de Cristo (Gálatas 2:20).Por eso, cuando un cristiano es bautizado, está haciendo una confesión pública de que ha tomado su lugar con Cristo en la muerte y sepultura, y que buscará mostrar a todos que ahora tiene una nueva vida en Cristo (Colosenses 2:12; 3:1-2).


C. La persona bautizada es aquella que no sólo ha sido bautizada en agua literal, sino que cuya vida muestra que la carne, o vieja naturaleza, ha sido puesta en el lugar de la muerte.

El bautismo debe ser una cuestión del corazón, así como una profesión de fe externa.En los primeros días de la iglesia, cuando un creyente era bautizado, frecuentemente era perseguido y asesinado a corto plazo.

Aún hoy en tierras paganas, el bautismo puede ser la señal para el principio de una terrible persecución. En muchos países un creyente sería tolerado mientras confiese a Cristo solamente con sus labios, pero cuando públicamente confiesa a Cristo por el bautismo, los enemigos de la cruz abrirán batalla contra él.Cualquiera sea el costo, cada uno que es bautizado disfruta la misma experiencia que el etíope disfrutó.

Escrito está de él: "siguió gozoso su camino" (Hechos 8:39).


Miguel A. Sandobal

martes

Esperando la Voluntad de Dios



¿Cómo puede un cristiano saber la voluntad de Dios para su vida?

Todo cristiano debería estar intensamente interesado en saber la voluntad de Dios para su vida. Si el Plan del Señor no es conocido y obedecido, entonces nuestras vidas están malgastadas, y perderemos el “bien hecho” del maestro.

Las Escrituras son enfáticas en enseñar que Dios revela Su voluntad a aquellos que desean conocerla (Juan 7:17).

Es un privilegio que debería ser la experiencia normal de todo creyente (Romanos 12:2).

Ya sea que alguien busque guía para un problema momentáneo o para el curso de la vida, hay 5 pasos para seguir.

Pueden ser resumidos de la siguiente manera: RENDIRSE, CONFESAR, ORAR, ESTUDIAR, ESPERAR.


RENDIRSE.

Rendirse es presentarse uno mismo al Señor. Significa dejar a un lado esperanzas personales, ambiciones y deseos; es querer por sobre todo su voluntad. Pablo se rindió cuando él preguntó: "¿Qué quieres que haga?" Isaías se rindió cuando dijo: "heme aquí; envíame a mí." Amasías se rindió cuando "voluntariamente se ofreció a sí mismo al Señor." (II Crónicas 17:16)

CONFESAR.

Si queremos estar en el centro de Su voluntad, debemos confesar y abandonar cualquier pecado secreto. Recuerda las palabras del salmista: "Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado" (Salmos 66:18). También deberíamos confesar nuestra propia incapacidad e inhabilidad, y depender de Su poder (Salmos 139:23-24). También deberíamos confesar a Cristo delante de los hombres (Hechos 1:8).

ORAR.

Esto simplemente significa que debemos venir delante del Señor regularmente, pidiendo Su dirección. Deberíamos suplicar Su promesa de guiarnos, pidiéndole que haga conforme a lo que ha dicho. Nuestras oraciones deberían tener Su gloria como nuestra máxima meta. (Colosenses 1:9; 4:12)

ESTUDIAR.

Pasar mucho tiempo en la Palabra de Dios. Léela mientras estás de rodillas pidiéndole a Dios que te hable a través de ella. Léela lentamente. Léela plenamente. Léela con expectativa. (II Timoteo 2:15)

ESPERAR.

Si Dios no responde inmediatamente, espera (Salmos 62:6). Si has pedido la dirección de Dios y no llega la respuesta, entonces la guía de Dios para ti es que permanezcas donde estás. Si realmente estás confiando en el Señor, no estarás en un apuro. "El que creyere, no se apresure" (Isaías 28:16).

Dios nos revela Su voluntad en diferentes maneras, puede usar una, o una combinación de los siguientes métodos:

1. Guía a través de la Biblia. Las Escrituras nos dan dirección en dos maneras. Primero de todo, ellas definitivamente prohíben ciertos cursos de acción. Por ejemplo, si un cristiano está orando por guía mientras intenta casarse con una joven no creyente, él puede encontrar la respuesta de Dios en II Corintios 6:14. Por otro lado, Dios a menudo usa otros versículos de la Escritura para guiarnos para tomar un definitivo curso de acción.

Un versículo que nunca habías notado antes puede tomar un nuevo significado porque te dice lo que tienes que hacer al mismo tiempo que estás orando por dirección (Salmos 119:105).


2. Guía a través de otros cristianos. A veces ayuda buscar el consejo de cristianos maduros y espirituales. Sus experiencias y consejos pueden a menudo salvar una persona más joven de serias caídas (Hebreos 13:7-17).


3. Guía a través de las circunstancias. Puesto que Dios controla el Universo entero, Él puede planear, y a menudo lo hace, las circunstancias de nuestras vidas para revelar su voluntad. Una carta, un e-mail, un mensaje oído en la radio o Internet puede llegar al justo momento con la justa información necesitada para marcar el rumbo.


4. Guía a través del Espíritu Santo. El Espíritu de Dios puede influenciar nuestras convicciones, nuestros deseos o nuestras inclinaciones de tal manera de hacer clara la voluntad de Dios. En tales casos, la guía es tan obvia que oponerse sería lo mismo que desobediencia (Hechos 11:12; 16:6-7).


5. Una palabra adicional. Cuando Dios da luz, camina en ella (Hechos 26:19). La guía debe ser obedecida para tener continuidad. Obediencia es la base de una vida de verdadera felicidad y valores perdurables.



Miguel A.Sandobal

Eligiendo una Iglesia


¿Cómo puede un cristiano saber en cual iglesia congregarse?

A manera de introducción sobre este tema, dejemos establecido que una persona es unida a la verdadera iglesia en el mismo momento de su conversión.

Esta iglesia está conformada de cada creyente en el Señor Jesucristo, sin importar la raza, color o cultura.

Miembros de esta iglesia son hallados por todo el mundo, no obstante la iglesia entera nunca ha sido reunida en un solo lugar.

De todas maneras, es posible para los cristianos en muchas localidades reunirse juntos como miembros de una iglesia local y ejercer las funciones establecidas en las Escrituras.

Esta iglesia local es una expresión de la iglesia mundial de todos los creyentes alrededor del mundo.

Esta reunión se hace el primer día de la semana (Domingo) y no en el Sábado lo cual era un mandato para los judíos del Antiguo Testamento.

En los primeros días, los santos se reunían en sus propias casas.

Romanos 16:5; Filemón 2. Leemos que "ellos perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:42).

Ahora obviamente la voluntad del Señor es que los cristianos deben reunirse regularmente como miembros de una iglesia. Hebreos 10:25 contiene una advertencia contra abandonar esto, "no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”.

Por otra parte, grandes porciones del Nuevo Testamento están dedicadas a enseñar a creyentes sus privilegios y responsabilidades como miembros del cuerpo local de Cristo (I Corintios 12).

Sin embargo de alguna manera es un problema para un nuevo convertido hoy saber dónde debería unirse en comunión.

Hay muchos diferentes grupos de cristianos, y una amplia diferencia en algunas de sus enseñanzas.

La siguiente lista es por lo tanto designada para ayudar al nuevo creyente a encontrar el lugar correcto. Al mismo tiempo, necesitamos enfatizar que el asunto por entero debería ser un tema de ferviente oración, para que la voluntad de Dios pueda ser claramente conocida.

Nuestro entendimiento de lo que la iglesia es, debe provenir solamente de la Palabra de Dios. Tradiciones y costumbres de hombres deben ser puestas a prueba por sus enseñanzas sobre este tema (Isaías 8:20).

Recuerda que una falsificación está diseñada para ser lo más real posible, sin embargo conociendo lo verdadero estaremos aptos para discernir la falsificación.

Dios te guiará mientras compruebas lo verdadero por la Palabra de Dios y de ese modo pruebas las iglesias por Sus evaluaciones.

A. Debes estar seguro que el grupo con quien te identificas reconoce la Santa Biblia como la Inspirada e Infalible Palabra de Dios, y se someten a las Escrituras como la final autoridad en todos los asuntos de la fe y de la práctica. No es suficiente decir que la Biblia contiene la Palabra de Dios: la Biblia es la Palabra de Dios. Por lo tanto es absolutamente verdadera, y debemos creerle y obedecerle (II Timoteo 3:16-17).


B. Debes estar seguro que aquellos con quienes te reúnes son absolutamente claros acerca de la persona de Cristo. Muchos están dispuestos a admitir que Cristo fue un gran líder, un gran maestro, y tal vez el más grande hombre que haya vivido, o aún pueden llegar a usar la palabra "divino" al describirle. Pero la gran verdad concerniente a nuestro bendito Salvador es que Él es Dios, y no creeremos nada inferior a esto. Colosenses 2:9.


C. Una tercera cosa importante para observar es sana doctrina concerniente a la obra de Cristo. La Escritura nos enseña que el Señor Jesucristo vivió una vida sin pecado, que Él voluntariamente murió por nuestros pecados en la cruz del Calvario, que fue sepultado, que resucitó y ascendió al cielo, donde está ahora sentado a la diestra de Dios el Padre (I Corintios 15:1-4).

La salvación es obtenida sólo por fe en Él y aparte de toda obra o mérito humano (Gálatas 1:6-9). Debes averiguar con certeza lo que enseñan acerca de Su preciosa sangre, aparte de la cual no puede haber perdón de pecados.

Además de verificar los 3 puntos primarios citados arriba, deberías asegurarte que esa iglesia local no contradice, ni por palabra ni por práctica, las siguientes importantes verdades concernientes al cuerpo de Cristo:

ORDEN DE LA IGLESIA

A. Cristo es la cabeza de la iglesia. Colosenses 1:18-19; Efesios 1:22- 23.Ningún hombre puede atribuirse esta posición. Donde Cristo es reconocido como Cabeza, la iglesia mirará a Él y sólo a Él para determinaciones y guía.

B. Todos los creyentes son miembros del cuerpo de Cristo (I Corintios 12:12-13). Todos los hijos de Dios deberían por lo tanto ser bienvenidos a la comunión de la iglesia. (Hay, de todos modos, 2 excepciones a esta regla. Aquellos que tienen doctrina no sana, II Juan 10, o aquellos que están viviendo en pecado, I Corintios 5:13, deberían ser excluidos hasta que sean restaurados al Señor.) Ningún no creyente debería ser recibido a sabiendas en la comunión de la iglesia.

C. Todos los creyentes son sacerdotes (I Pedro 2:5-9). En el Nuevo Testamento, no hay distinciones entre sacerdotes y pueblo. En el Antiguo Testamento un sacerdote era alguien colocado entre Dios y los hombres para ofrecer sacrificios en nombre de ellos. Sin embargo, ante la muerte de Cristo, el velo del templo fue roto mostrando que ahora cada cristiano tiene acceso directo a Dios en todo momento (Marcos 15:27-38).

Todos hemos llegado a ser sacerdotes delante de Él (Apocalipsis 1:5-6).

Todos los cristianos pueden ahora entrar por fe a la presencia de Dios, brindando sacrificios de alabanza, adoración y servicio. En los primeros días de la iglesia todos los miembros eran estudiantes de la Palabra, todos eran ganadores de almas, todos estaban ocupados para Dios. Eso mismo debería caracterizar a la iglesia de hoy.

D. La autoridad del Espíritu Santo debería ser reconocida. Ya sea en la adoración o en el servicio, ministerio o disciplina, debería haber libertad para que el Espíritu Santo dirija a través de las Escrituras que Él mismo inspiró.

Su guía y autoridad no deberían ser limitados por ceremonias de hombres u organización humana (II Corintios 3:17; Efesios 4:3).

Resumiendo, entonces, un nuevo creyente debería tener comunión con aquellos que reconocen la Biblia como su única guía, con quienes tienen un sano concepto de la Persona y Obra de Cristo, y buscan asumir las enseñanzas del Nuevo Testamento con respeto a la iglesia y sus funciones.


Miguel A.Sandobal

La Gracia provee Salvación



I. INTRODUCCIÓN


Todos los tratos de Dios con la humanidad al presente tiempo están basados en su gracia, misericordia y paz.

Gracia significa “favor inmerecido de parte de Dios”.

Esto significa que Él nos muestra su favor, el cual nosotros no debemos desechar, lo que se evidencia en la Salvación que libremente recibimos.

La palabra gracia aparece alrededor de 160 veces en la Biblia, de éstas, 128 en el Nuevo Testamento.

Dios se manifiesta como "el Dios de toda gracia" (I Pedro 5:10).

Cristo es presentado "lleno de gracia" (Juan 1:14).

El Espíritu Santo es llamado "el Espíritu de Gracia" (Hebreos 10:29).

De ese modo las tres personas de la Deidad están vinculadas con la gracia.


II. DEFINICIÓN

La palabra gracia usada en el Antiguo Testamento trae el significado de "inclinarse o agacharse en bondad hacia alguien inferior".

La palabra en el Nuevo Testamento es “favor, buena voluntad, amor bondadoso".

Las siguientes definiciones han probado ser de ayuda en la explicación de lo que la gracia es:


A. Gracia es amor desplegado sobre objetos inmerecedores. Dios es amor, y cuando coloca ese amor sobre culpa, impureza, pecadores rebeldes, entonces es gracia.


B. Amor que mira hacia arriba es adoración. Amor a un mismo nivel es afecto. Amor que desciende es gracia.


C. Gracia es Dios mostrando amor y misericordia cuando nosotros sólo merecíamos ira y juicio. Es Dios inclinándose a nosotros en infinito amor.


D. La gracia es vista en Dios dando lo mejor del cielo para salvar lo peor de la tierra.



III. CONTRASTE

La gracia no debe ser confundida con obras. Si el hombre pudiera obtener salvación haciendo buenas obras, entonces la salvación sería simplemente por sus méritos. Romanos 4:4-5; Romanos 11:6.

Dios no le debe nada al hombre. La salvación es un regalo gratuito.

La gracia no debe ser confundida con la ley. Los hombres no son salvos por guardar la ley. Ellos son salvos por gracia.

Lo siguiente nos ayudará a ponerlo más en claro:

A. La ley nos da una obra para hacer.La gracia nos habla de una obra que ya fue hecha.


B. La ley dice: "Haz esto y vivirás".La gracia dice: "Vive, y entonces harás".


C. La ley dice: "Amarás al Señor tu Dios".La gracia dice: "De tal manera amó Dios al mundo" Juan 3:16, y "Nosotros le amamos a él porque él nos amó primero" I Juan 4:19.


D. La ley condena al mejor. Romanos 3:19. La gracia salva al peor. Romanos 3:24; 4:5.


E. La ley revela el pecado. Romanos 3:20.La gracia revela la salvación. Tito 2:11-13.


IV. LA NECESIDAD DE LA GRACIA

El hombre necesita la gracia de Dios porque:- en su pecado se rebela contra la santa ley de Dios (Romanos 3:23; Colosenses 1:21), por lo tanto, él no merece nada sino el juicio de Dios.- permanece culpable delante de Dios, habiendo quebrantado Su santa ley (Romanos 3:19; Gálatas 3:10; Santiago 2:10), en tal condición, está sujeto a la maldición de Dios.- porque ha rechazado y ha asesinado al Hijo de Dios, el hombre no tiene absolutamente ningún reclamo válido delante de Dios (Juan 12:31-33; 3:18).


V. SALVACIÓN POR GRACIA

Si el hombre llega a ser salvo, será sólo por la gracia de Dios. Ninguno de nosotros merece salvación. “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados, según las riquezas de su gracia” (Efesios 1:7).

La santidad de Dios no puede disimular el pecado, por el contrario: debe sentenciarlo.

Esto es lo que Dios hizo en la cruz. El evangelio nos dice cómo Dios puede salvar pecadores por gracia y aún ser santo al hacerlo.

La clave es que Cristo sufrió la ira y el juicio de Dios contra el pecado. Sobre la base de la obra de Cristo y no las obras de los hombres, Dios puede perdonar los pecados de aquellos que confían en el Señor Jesucristo.

Cristo, el Cordero sacrificado, ha terminado la obra de la redención. La gracia solamente demanda fe de parte del pecador que busca salvación. (Efesios 2:8-9)


IV. BENDICIONES A TRAVÉS DE LA GRACIA

Las bendiciones a través de la gracia traen muchos resultados maravillosos al pecador.

Tres de los más grandes de estos resultados son los siguientes:


A. Salvación - Tito 2:11-13. Esto significa que un cristiano nacido de nuevo tiene vida eterna. “Y yo les doy vida eterna y no perecerán jamás” (Juan 10:28).


B. Justificación – Romanos 5:1. Esto significa que Dios considera a un pecador que ha creído en Cristo como sin culpa. “Justificados pues por la fe tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.


C. Entrada delante de Dios - Romanos 5:2. Esto significa que un verdadero creyente puede entrar a la presencia de Dios en oración. No está ya más separado de Dios por sus pecados. “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro” (Hebreos 4:14-16).
Miguel A.Sandobal

¿Qué dice la Biblia sobre el infierno?



Como ya hemos notado, el espíritu y el alma de una persona no creyente vuelan al infierno al momento de su muerte, este es un lugar de juicio conciente.

El alma en el infierno habla como persona, tiene ojos, oídos, dedos, lengua y memoria. Hay un completo conocimiento de las condiciones allá.

Lucas 16:23-25 no es una parábola porque las parábolas no incluyen nombres personales.

Esto es un evento real.La Biblia habla de otro lugar de tormentos luego del juicio final de toda la humanidad. Es llamado “El Lago de Fuego.”

En el Juicio del Gran Trono Blanco, las almas del Hades serán unidas a sus cuerpos, los cuales serán resucitados de sus tumbas.

Cristo entonces pronunciará la sentencia final de juicio sobre los muertos impíos, y serán arrojados al Lago de Fuego, el eterno lugar de los perdidos (Apocalipsis 20:11-15).

Podemos relacionar al Hades como una cárcel local donde el prisionero temporalmente aguarda su sentencia. Luego son tomados de esa cárcel para comparecer ante el Juez para la sentencia final.

Apocalipsis 20:9-15 es el registro de aquel Juicio del Gran Trono Blanco, de Satanás y todos aquellos que hayan rechazado a Cristo.

El Lago de Fuego puede ser ilustrado por una prisión a la cual son recluidos aquellos bajo sentencia convictos por su eternal existencia. Describiendo el infierno, nuestro Señor habló acerca del gusano que no muere y del fuego que nunca se apaga (Marcos 9:43-48).

Es un lugar de sufrimiento conciente.

Es un lugar de fuego literal. Es castigo por pecado eternamente.

En el libro de Apocalipsis, la frase "por los siglos de los siglos" es usada para describir la miseria de los perdidos (Apocalipsis 14:11).

¿Puede un Dios de amor arrojar personas al infierno?


A. Dios no quiere que ningún hombre perezca. Cielo o infierno son decisiones personales que cada individuo toma mientras está aquí en el planeta Tierra. Dios proveyó la obra de Su Hijo sobre la cruz del Calvario para la salvación del hombre (Romanos 5:6-8). Si el hombre rechaza al Salvador, irá al infierno por su propia elección. Alguien ha dicho que Dios ama de tal manera al pecador que si elige ir al infierno en vez de ir al cielo Él le dejará ir. Recuerda que todo el que va al infierno lo hará por su propia elección.


B. Dios es un Dios de amor, I Juan 4:8, pero Él también es santo (I Pedro 1:16) y debe juzgar el pecado. Si permitiera entrar el pecado en el cielo, destruiría todo lo que Dios ha hecho en rescate de la humanidad. Satanás hizo su elección en el jardín del Edén. El hombre hace su elección durante el tiempo de su vida. Al momento de la muerte el hombre ha determinado su destino eterno. No hay purgatorio o lugar intermedio. La Biblia claramente enseña que hay sólo dos lugares. “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mateo 25:46).


C. El hombre no vacila en poner los enfermos en hospitales, los criminales en la cárcel o los cadáveres en el cementerio. Eso no indica falta de amor de su parte. ¿Qué acerca de los paganos que nunca han oído el evangelio? Como el resto de la humanidad, los paganos son pecadores perdidos y solamente Cristo puede salvarles. Ellos pueden conocer que hay un Dios a través de las obras de la Creación (Romanos 1:20 y Salmos 19:1) y por sus propias conciencias (Romanos 2:15). Si ellos responden a la Luz que tienen, Dios les dará mayor Luz. Ver el caso de Cornelio, Hechos 10 y 11.
Miguel A.Sandobal

lunes

¿Qué sabemos del cielo?



Las Escrituras enseñan claramente que hay un lugar llamado Cielo para todos los que conocen y aman a nuestro Señor Jesucristo.

El Cielo es un lugar.

La palabra es usada en la Biblia de tres diferentes maneras: primero, la zona de las nubes es llamada cielo (Génesis 1:8).

Segundo, la zona donde las estrellas están localizadas es conocida como cielo (Génesis 1:17). Tercero, la palabra es utilizada para describir el lugar de la morada de Dios.

Pablo llama a esto "el tercer cielo" y "Paraíso" (II Corintios 12:2-4).

Cielo es siempre mencionado como estando "arriba." Satanás dijo, en Isaías 14:13-14, "subiré al cielo".

Nosotros sabemos que nuestro Señor hoy está en el cielo.

Después de Su resurrección de entre los muertos, Él ascendió en un cuerpo de carne y huesos.

Él subió con su humanidad glorificada al cielo (Lucas 24:38- 39, 51; I Pedro 3:22; Hebreos 1:3).

Hay una gran multitud de creyentes en el cielo, porque cuando el verdadero cristiano muere, él está "ausente del cuerpo y presente al Señor" (II Corintios 5:8). Estos creyentes están disfrutando la presencia de Cristo, lo cual es muchísimo mejor (Filipenses 1:23).

¿Cómo es el Cielo? Es un lugar que Dios ha preparado para todos los que vienen a Él. Si el Creador del Universo lo preparó, debe ser algo maravilloso.

Los escritores de la Biblia no pudieron encontrar lenguaje para describirlo.

En Apocalipsis 21:10-27, Juan trató de describir sus cimientos, muro, puertas y calle de la ciudad celestial.

Sabemos de que no habrá enfermedad, tristeza, lágrimas, dolor o muerte en aquel bello lugar (Apocalipsis 21:4).

Lo que sabemos es que después de la tristeza y el sufrimiento por los dolores de la vida en esta tierra maldecida por el pecado, estaremos “finalmente en casa”. Pero lo mejor de todo, el Señor Jesucristo, estará allá, y Él será el supremo deleite del corazón de cada creyente.


Miguel A.Sandobal

La Muerte



La gente ha tenido siempre un sincero interés por el futuro. Hay una universal e histórica creencia en la vida después de la muerte.

Evidencia (rituales) alrededor del mundo revela que la gente no cree que con la muerte termina todo. Frecuentemente se pregunta: ¿Dónde están los muertos? ¿Existe el paraíso? ¿Existe un lugar de sufrimientos? ¿Cómo es?

Primero vamos a entender que el hombre es un ser tripartito, eso significa que está compuesto de tres partes: cuerpo, alma y espíritu (I Tesalonicenses 5:23).

La primera es material, las otras dos son inmateriales. Por medio de su espíritu el hombre es capaz de tener conciencia de Dios; con su alma es capaz de tener conciencia de sí mismo; con su cuerpo es capaz de tener comunicación con el mundo.

Sólo la Palabra de Dios puede diferenciar entre alma y espíritu (Hebreos 4:12).

Al momento de la muerte, el alma y el espíritu dejan al cuerpo. El cuerpo es puesto en una tumba. En el caso de los creyentes, se describe al cuerpo como durmiendo (Hechos 7:59, 60; 8:2), mientras que del cuerpo de la persona no salva se dice que está muerto. El alma y el espíritu nunca duermen. Si la persona que murió era salva, el alma y el espíritu van a un lugar de gozo y felicidad: el Cielo (II Corintios 5:8; Filipenses 1:21- 23).

Si la persona no era salva, el espíritu y el alma van a un lugar de tristeza y juicio: el infierno. En Lucas 16:19-31, nuestro Señor claramente enseñó que todos aquellos que murieron están concientes.La muerte no es sueño del alma.

La palabra en la Escritura, cuando se habla de muerte del creyente en Cristo, significa “descanso.” No significa “inconciencia”.

El cuerpo puede morir, pero el alma y el espíritu están plenamente despiertos y nunca morirán. Muerte en la Biblia significa siempre “separación”.

Muerte física es separación del alma y del espíritu, del cuerpo.

La muerte espiritual es separación eterna de Dios.

Entendamos que no somos un cuerpo que tiene un alma y un espíritu, sino que somos un alma y un espíritu teniendo un cuerpo. La muerte simplemente significa: “He dejado mi cuerpo”.

La Iglesia



La iglesia no es un cuerpo físico sino un cuerpo espiritual, y debe ser vista desde dos perspectivas:

1. La iglesia local, la cual es una expresión física del Cuerpo de Cristo, es un grupo de cristianos se reúnen en un lugar físico, puede ser en una casa, un edificio particular designado para reuniones, una cueva o cualquier lugar.

Las personas son la iglesia, no la estructura física.

Esta es una asamblea local de creyentes que han recibido Su Palabra, han nacido otra vez y han sido bautizados. Ellos pueden reunirse para estudiar doctrina, orar, partir el pan y tener comunión (Hechos 2:41-42).


2. La “Iglesia”: la cual abarca a todos los creyentes nacidos de nuevo y que viven hoy sobre el planeta Tierra. Si hoy ya tú eres salvo, eres un miembro de esa Iglesia. Algunos le han llamado la “Iglesia Invisible”.

Hay dos ordenanzas dadas a la iglesia, Bautismo y Cena del Señor. No son sacramentos. No tienen un valor redentor. Jesús dijo: “Haced esto en memoria de mí” (Lucas 22:19).

Algunas religiones ofrecen el pan y lo declaran convertido en la presencia y cuerpo de Cristo.

De todos modos, nosotros no recordamos a alguien que está presente sino a alguien que está ausente. El pan y la copa son tomados en la Cena del Señor para recordar lo que Él hizo por nosotros hasta que regrese a buscarnos.

El pan es sólo un símbolo de Su cuerpo que fue quebrantado por nosotros en la cruz. La copa es un símbolo de su sangre que él derramó por nuestros pecados (I Corintios 11:24-29).

El Bautismo es para mostrar que has llegado a ser un cristiano, y la Cena del Señor es para recordar al Señor Jesús y lo que Él ha hecho por nosotros hasta que Él venga otra vez. Esto debe ser ejercitado solamente por los creyentes.

Hubieron varios dones dados a las personas con el propósito de ministrar a las primeras iglesias locales y que están alistados en Efesios 4:7-8, 11.

Desde que hemos recibido la completa revelación de la Palabra de Dios en la Biblia, los dones de apóstoles y profetas han cesado. Revelaciones y profecías no son ya necesarias. Si alguno declara tener una nueva revelación o profecía, eso es una mentira.

De hecho, toda revelación adicional o contraria es condenada (Apocalipsis 21:18-19).

Cada iglesia es autónoma, y tiene una estructura organizada como iglesia local, la cual incluye diáconos y obispos o ancianos (pastores) quienes están para conducir, enseñar y pastorear las ovejas (I Timoteo 3:1-15).

También hay autoridad dada a la iglesia para ejercer disciplina sobre personas que eligen vivir en pecado (I Corintios 5:11-12).



Miguel A.Sandobal

viernes

Explicación Bíblica e ilustración de la Salvación


Cristo define tres medios por los cuales la salvación se hace evidente:
A. Es revelada en la Biblia como un “Nuevo Nacimiento.” Juan 3:3-8.Esto es dado al que oye y cree la Palabra de Dios. Juan 3:5, el "agua" aquí es el bien conocido símbolo de la Palabra de Dios. Efesios 5:26; Juan 15:3; Salmo 119:9, no es una referencia al bautismo.
Otras Escrituras muestran claramente que el Nuevo Nacimiento viene a través de la Palabra de Dios. I Pedro 1:23-25; Santiago 1:18.
Así como el agua limpia nuestros ojos de polvo que oscurece nuestra visión, así la Palabra de Dios, cuando es leída y creída, borra de la mente del pecador sus ideas equivocadas de Dios y Su Salvación.
La entrada de la Palabra de Dios al hombre trae luz sobre su condición perdida (Romanos 3:10-19), el amor de Dios visto en Su provisión para la Salvación del hombre (Juan 3:16) y la manera por la cual un pecador pueda ser salvo (Romanos 10:1-17).
B. Es revelada por la morada del Espíritu de Dios. Juan 3:5.
El Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trinidad, fue enviada por Cristo, en su ascenso, para usar la Palabra de Dios a fin de convencer al hombre de su pecado; conducirlo a poner su confianza en Cristo; a morar en cada creyente; a comunicar a cada creyente una naturaleza divina o capacidad para las cosas espirituales, y guiar cada persona nacida de nuevo a la verdad. Juan 16:7-15; Efesios 1:13; 4:30; II Pedro 1:3-4; Gálatas 5:22-26.
Cuando la Palabra de Dios es leída o escuchada, el Espíritu Santo aplica la verdad al corazón con fuerza de convicción, mostrándole al pecador que está perdido, es culpable y está en una condición de desesperanza y sin ayuda. Entonces Él revela a través de la Palabra la manera de la salvación por la fe en Cristo y su obra terminada.
Al momento en que el pecador confía en Cristo Él lo sella como su posesión adquirida.
Esto no es una cuestión de sentimientos, sino un hecho; no sentimos el nuevo nacimiento, sabemos que lo tenemos.C. Es revelada por los testimonios de aquellos que la experimentaron.
A través del Nuevo Testamento y la historia, millones han vivido y dieron testimonio de la salvación por la fe en el sacrificio de Cristo. Juan 3:14-16. En estas palabras Cristo hace claro como el cristal cómo esta nueva vida puede venir a un pecador. En respuesta a la pregunta de Nicodemo: "¿cómo puede hacerse eso?"
Cristo usó un incidente registrado en el antiguo Testamento para ilustrar cómo podía ser experimentado el nuevo nacimiento.
Ahora, por favor: pare y lea Números 21:4-9.
Siete palabras parecen resumir el incidente. Vamos a darle una atención más cercana y cuidadosa, porque es la propia ilustración de Cristo de cómo el pecador puede nacer de nuevo:
1. Pecado - Números 21:5. Así como Israel pecó, toda la humanidad ha pecado contra Dios en pensamientos, palabras y hechos. Romanos 3:23.
2. Juicio - Números 21: 6. Así como el pecado trajo juicio sobre ellos, Dios ha revelado su ira contra todo pecado. Romanos 1:18; Job 36:18; Romanos 6:23.
3. Arrepentimiento - Números 21:7. Israel reconoció, confesó y buscó perdón por sus pecados. Esto es arrepentimiento: consiste en un cambio de mente resultante en un cambio de actitud, el cual es expresado en un cambio de acción. Dios demanda el arrepentimiento de los pecadores. Lucas 13:3; Hechos 17:31; 20:21; Marcos 1:15.
4. Revelación - Números 21:8. "Y el Señor dijo." Así como Dios reveló a Moisés la manera de salvación para aquellos israelitas mordidos por las serpientes, Dios ha revelado en la Biblia Su manera de Salvación para nosotros. II Timoteo 3:15-17; Romanos 10:8-9.
5. Provisión - Números 21:8-9. Una serpiente de bronce fue hecha y levantada en un asta a plena vista del campamento de Israel. Compare con Juan 3:14. Como la serpiente fue levantada en el desierto, así Cristo debió ser levantado para proveer salvación para la humanidad envenenada. Sobre la cruz Él cargó nuestros pecados, tomó nuestro lugar, soportó todo el juicio por nuestros pecados y por su muerte satisfizo todas las demandas de Dios contra el pecador. Dios ha indicado Su aceptación del sacrificio sustituto de Su Hijo resucitándole entre los muertos. Isaías 53:5-6; I Corintios 15:1-4; Romanos 5:7-8.
6. Condición - Números 21:8. "Cuando ellos miraban." El hecho de que la serpiente de bronce fuera levantada no los hacía salvos, mirar no era suficiente. Había un paso de fe requerido para cada israelita: ellos tenían que creer que mirando a la serpiente realmente serían salvos, no podrían mirar con incredulidad.
Podrían haber dicho que era tonto creer en una serpiente, aún pese a que Dios les había dicho que podría realmente salvarles. Podrían haberse burlado y reído con otros de que eso era tonto. De todos modos, para que cada israelita envenenado viviera, tenía que mirar.
El hecho de que Jesucristo murió por nuestros pecados en la cruz y cumplió toda la obra necesaria para salvación no nos salva. Como pecadores perdidos, cada uno debe personalmente mirar por fe, creyendo y confiando que lo que Dios ha dicho es verdadero. “Todo el que invoque el Nombre del Señor será salvo” (Romanos 10:13).
Así como un israelita envenenado no podía orar, confesar o hacer buenas obras para merecer la salvación, del mismo modo los pecadores no salvos son urgidos a creer en Jesucristo por fe como su Salvador personal. Juan 1:12; Efesios 2:8-9.
7. Resultado - Números 21:9. "y vivía." Al momento en que un israelita envenenado miraba, recibía nueva vida. Él era como nacido de nuevo! Así, un culpable, un perdido pecador en el momento que cree al evangelio de que Cristo murió por nuestros pecados, y definitivamente le acepta como su Salvador personal, recibe vida eterna. Entonces viene a su vida el Espíritu Santo, llega a ser participante de la naturaleza divina, y es nueva criatura, o regenerado. Este es el nuevo nacimiento, el cual Cristo declaró era absolutamente esencial para ver y entrar al Reino de Dios. Juan 5:24.


Miguel A . Sandobal

Conducta Cristiana



¿Cómo puede saber un cristiano qué hacer o qué no hacer?

¿Es correcto para un creyente ir a bailar o ir al teatro, jugar cartas, fumar, beber, escuchar música rock o participar en otros placeres o diversiones mundanas? “No améis al mundo” (I Juan 2:15).

Muchos jóvenes convertidos están luchando por cuestiones similares a las planteadas. Ellos encuentran que ciertas practicas están claramente condenadas en la Biblia, pero que hay muchas otras, que no están mencionadas.

Es el propósito de esta lección proveer al estudiante con una serie de estándares que pueden ayudarle a decidir si deberían o no involucrarse en actividades cuestionables. Una pregunta que debes hacerte a ti mismo es: “¿Lo haría Jesús?”.


A. Primero de todo, ¿está claramente prohibido por el Señor para los creyentes hoy? Si así es, evítalo como una plaga mortal. Si tú no lo sabes, no lo hagas hasta que hayas tenido la oportunidad de tener una respuesta (I Tesalonicenses 5:22).


B. Entonces, ¿hay algo en ello que pueda glorificar a Dios? En I Corintios 10:31, leemos esta declaración plena: "Todo lo que hagas, hazlo para la Gloria de Dios". Antes de involucrarte en la actividad en cuestión, ¿puedes honestamente pedir la bendición de Dios sobre ella, creyendo que Él será honrado a través de tu participación?


C. ¿Es esto "del mundo"? Si lo es, entonces no es “de Cristo”. Él dijo concerniente a Sus discípulos: "Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo" (Juan 17:16). Él no era "del mundo" en absoluto. Él estaba aquí, pero no era de aquí (I Juan 2:15-17).¿Lo hubiera hecho el Señor? Él nos ha dejado ejemplo para que sigamos sus pisadas. I Pedro 2:21.


D. ¿Te agradaría ser encontrado haciendo eso cuando el Señor regrese? Alguien sabiamente ha remarcado: "¡No hagas nada, digo “nada”, ni vayas a ningún lugar que te causase vergüenza si el Señor regresara en ese momento!" (I Juan 2:28)¿Puedes sentir libertad de hacerlo cuando recuerdas que el Espíritu Santo de Dios mora en ti? "¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (I Corintios 6:19; Efesios 4:30).


E. ¿Es una conducta apropiada para un hijo de Dios? Cuando un hijo del Rey procede de una manera indigna, acarrea desgracia sobre el nombre de su Padre. Así hacen los cristianos que se comportan de una manera inapropiada (Romanos 2:24; Colosenses 1:10).


F. ¿Qué efectos tendrá tu conducta sobre otros? ¿Será un buen testimonio a los no salvos, o creerán que no hay realmente diferencia entre un cristiano y un incrédulo? (II Corintios 5:17) Además, ¿será esto causa para que alguien nuevo en la fe tropiece? El apóstol Pablo nos advierte que ninguno de nosotros debería ser "piedra de tropiezo o una ocasión de caer en el camino de un hermano" (Romanos 14:13).


G. Finalmente, ¿hay la menor duda en tu mente acerca de eso? Si la hubiera, entonces no lo hagas, porque "el que duda es condenado... porque todo lo que no proviene de fe es pecado" (Romanos 14:23).

En conexión con este tema de lo que un cristiano puede o no puede hacer, es bueno recordar que "no estamos bajo la Ley, sino bajo la Gracia" (Romanos 6:14-15).

Esto no significa que podemos hacer lo que queremos, sino mas bien significa que queremos hacer lo que a Dios le agrada porque él ha hecho tanto por nosotros.

No evitamos placeres y diversiones mundanas porque debemos evitarlas, sino porque queremos evitarlas.

La razón por la cual queremos hacerlo de esa manera es porque Cristo murió por nosotros, y ahora nuestras ambiciones son para vivir de una manera agradable a Él (II Corintios 5:14-15). Dios no dice: "Si se privan de placeres pecaminosos, entonces serán cristianos".

Sino que Él dice, en efecto, a los creyentes: "¡Ustedes son cristianos! Ahora vivan de una manera que sea consistente con su alto llamado" (Efesios 4:1).

Existe la posibilidad que un cristiano olvide su digna posición e ir en pos de las cosas del mundo. En tal caso, Dios le hará retornar con amorosa corrección, como un pastor que trae de regreso a su oveja descarriada poniéndola sobre sus hombros alrededor de su cuello. Así que, si la Gracia de Dios es olvidada por un creyente, él será restaurado por el gobierno de Dios.


Miguel A. Sandobal

Arrepentimiento para Salvación


A. No es una reformación de la persona.

Arrepentimiento es un acto total e interno de la mente. Para muchas personas significa volverse de sus pecados, pero esto sería sólo una reformación. Arrepentimiento no es hacer algo. Un hombre puede volverse de sus pecados y todavía no ser cristiano.


B. No es penitencia. Penitencia es un acto de tristeza para pagar por el pecado. Muchas personas en diferentes religiones hacen muchas cosas que llaman penitencias. Ofrecen sacrificios, personalmente se torturan a sí mismos, pagan dinero para que líderes religiosos oren por ellos, personalmente oran por largos períodos de tiempo, repiten oraciones con rosarios o elementos contadores de oraciones, van a los confesionarios y confiesan sus pecados a gente religiosa y realizan ciertos ritos religiosos, todo con la esperanza de librarse de sus pecados.


C. No es contricción. Queremos decir que el arrepentimiento no es un sentimiento de tristeza por nuestros pecados y recibimiento de perdón. Muchas personas en la cárcel se sienten tristes por lo que hicieron, pero eso no borra sus crímenes. El arrepentimiento verdadero incluye la tristeza por el pecado, pero el sólo hecho de sentir tristeza por el pecado no es arrepentimiento, pero puede conducir al arrepentimiento. “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (II Corintios 7:10).


D. Es un cambio de mente, no un cambio de opinión.El verdadero arrepentimiento es un cambio de mente que conducirá a un cambio de acción, pero recuerda, tú puedes tener un cambio de acción sin un cambio de mente. Mateo 21:28-29 es un buen ejemplo. Antes de que alguien pueda ser salvo debe haber un cambio de mente acerca de muchas cosas incluyendo, pecado, ego, Dios y Jesucristo. En realidad, arrepentimiento es realmente tomar un paso contra “nuestro viejo yo” y ponernos a nosotros mismos en el lado de Dios.


E. Es obra de Dios. Arrepentimiento es Dios convenciéndonos de nuestra necesidad de un Salvador a causa de nuestra carga de pecado. Dios comienza a trabajar en nuestra conciencia, y decidimos que una elección debe ser hecha. Podemos decidir seguirle a Él o continuar el camino por el que vamos. Para cambiar la dirección debemos arrepentirnos y clamar que Él nos salve. Esa decisión resultará en un cambio de mente en nuestra relación con Dios. Cuatro cosas serán evidenciadas en el verdadero arrepentimiento: un cambio de intelecto, un cambio de sentimientos, un cambio de voluntad y un cambio de acción.

La siguiente es una ilustración del real arrepentimiento. Una persona perdida y confundida, que está yendo por el camino de la vida buscando direcciones, y repentinamente se detiene porque la Palabra de Dios capta su atención, y mientras la escucha, se da cuenta que está yendo por un camino equivocado.


Ahora la elección es suya, continúa o retorna. Arrepentimiento es decidir dar la vuelta y tomar la otra dirección.


Tú tomas la decisión de seguir el camino de Dios.
Miguel A. Sandobal

La Salvación

Vamos a observar algunas cosas en conexión a la Salvación.
La necesidad de la Salvación es claramente enseñada en la Biblia. Dios espiritualmente ve al mundo como dos familias.
Una familia consiste en los hijos del diablo. “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él” (Juan 8:44).
La otra familia consiste en los hijos de Dios. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, le dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
Tú estás, en este mismo momento, en una familia o en la otra. Si murieses hoy, la familia en la que estás determina tu eterno destino.
Ahora mismo, ¿estás en la familia de Dios o en la familia del diablo? Esta es una pregunta que sólo tú puedes responder.
Aquí está la clave. La razón por la cual Dios envió a su Hijo Jesucristo al mundo fue para morir por los pecados y derrotar a Satanás, de manera que pueda abrir un camino para que pudiésemos “nacer de nuevo”. “El que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios” (Juan 3:3).
Este Nuevo nacimiento espiritual nos coloca en la familia de Dios. Esto es toda la Salvación.


ONCE COSAS QUE NO SON SALVACION NI NUEVO NACIMIENTO.
1. No es engendramiento natural o descendencia - "no por sangre." Pese a que alguien pudo haber nacido en un hogar cristiano y de padres cristianos, eso no lo hace cristiano.

2. No por determinación personal - "voluntad de la carne." Como un hijo no puede por sí mismo nacer físicamente, así nadie puede producir el nuevo nacimiento por sus propios esfuerzos.

3. No por mediación humana - "no por voluntad de hombre, sino de Dios." Ningún ser humano, sea sacerdote, profeta, predicador, obispo o cualquier otro líder espiritual, cualquiera sea su eminente posición eclesiástica, puede impartir el nuevo nacimiento o vida espiritual a alguien. Todos los ritos, rituales, ceremonias, sacrificios, penitencias, confesiones u oraciones reiterativas de ninguna de todas las religiones organizadas puede jamás producir el nuevo nacimiento.

4. No es un cambio físico. Cristo corrigió el malentendido de Nicodemo respecto a esto y le mostró que era un cambio espiritual (Juan 3:6).

5. No es un cambio social y geográfico. La persona nacida de nuevo no es repentinamente trasladada al cielo, sino que continúa viviendo en la tierra para complacer a su Señor y Salvador (I Corintios 7:20-24; Colosenses 3:22-24).

6. No una apreciación intelectual de lo que es. Una persona puede estar religiosamente educada, ordenada para el ministerio y llegar a ser un predicador sin haber nacido de nuevo. Hay muchos casos así. Teóricamente ellos deben conocer su necesidad, y aún así no conocen nada de eso por su experiencia (II Pedro 2:1, 20-21).

7. No es un proceso evolutivo. No es un desarrollo gradual de algo que germina en su interior. Efesios 2:1-2 describe a los pecadores como seres espiritualmente muertos. No es un proceso. El nacimiento trae vida instantáneamente. ¡La vida no puede desarrollarse mientras el nacimiento no existe!

8. No es una reforma o un automejoramiento por el cual malos hábitos externos son reformados. No es un cambio en la manera de vivir o hábitos de la persona. Efesios 2:8-9, se imparte una nueva vida. “Y yo les doy vida eterna” (Juan 10:28).

9. No de aguas de bautismo. Todas las aguas de los océanos no pueden salvar ni limpiar una persona. No hay fe salvadora en agua, sin importar lo que los hombres puedan decirnos.El bautismo es una ordenanza para mostrar la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo y nada más. Cuando somos bautizados, damos testimonio público de lo que Dios ya ha hecho en nuestras vidas. I Pedro 3:21b. No somos salvados por agua sino por la sangre de Jesucristo que fue derramada en la cruz.

10. No es una confirmación. Algunas iglesias administran ciertos rituales que hacen a sus participantes, generalmente adolescentes de 12-13 años de edad, como salvos. Algunas veces es una unción con aceite, la cual supuestamente significa el recibimiento del Espíritu Santo. Esto es falsa doctrina. Nadie puede recibir el Espíritu Santo mediante el acto de un hombre, sino por el recibimiento de Jesucristo como Salvador personal (Juan 3:6).

11. No es una creencia religiosa o la membresía a una iglesia. Es posible ser sincero en sus propias convicciones religiosas, ser bautizado, confirmado, unido a una iglesia, tomar comunión, enseñar en una clase de escuela dominical, ocupar un oficio en la iglesia, ser un predicador o sacerdote o hacer supuestos milagros o sanidades, o profetizar, sin ser nacido de nuevo (Mateo 7:22-23). La necesidad del nuevo nacimiento fue revelada a uno de los más religiosos, sincero y moral hombre de sus días (Juan 3:1-16).El nuevo nacimiento es una transformación espiritual, Juan 3:8, y sólo puede ser brindada por Dios. Juan 1:13.


SIETE COSAS QUE LA SALVACIÓN ES

I. SU DEFINICIÓN
La palabra Salvación simplemente significa liberación. Es comúnmente usada para describir el acto por el cual una persona es librada de un peligro que le amenaza. Hablamos de una persona siendo "salva" de ahogarse, o de un edificio en llamas o de un barco hundiéndose. En cada caso, tres cosas son dadas por entendidas:
(1) La persona a ser salvada estaba en peligro de muerte.
(2) Alguien vio su peligro y fue a su rescate.
(3) El rescatador tuvo éxito en su misión y salvó la persona de su peligrosa situación. Las palabras: "salvar," "salvado," "Salvador," y “salvación” aparecen muchas veces en la Biblia y tienen exactamente el mismo significado en un sentido espiritual.

II. SU NECESIDAD
La Salvación ofrecida por Dios es necesaria por dos hechos, los cuales cada persona debe enfrentar:
A. El hecho del pecado del hombre. Romanos 3:23.Ya hemos discutido en nuestras lecciones previas la condición espiritual del hombre. Por naturaleza, todo ser humano es hijo del diablo. Ya hemos apuntado que todo ser humano llega a este mundo con una naturaleza pecaminosa que le constituye un pecador por nacimiento.
Esta naturaleza pecaminosa, al tiempo, es evidenciada por pensamientos pecaminosos, palabras, hechos y una actitud de enemistad hacia Dios. La Biblia hace esto abundantemente claro. Leer Romanos 5:12, 18, 19; 6:16; 8:5-8; Génesis 6:5; Efesios 2:1-3; II Corintios 4:3-4; Isaías 53:6; Jeremías 17:9; Marcos 7:20-23; Romanos 1:21-32; 3:19-23.
Será evidente a todos en estas Escrituras que el hombre es:
(1) Un pecador, necesitado de perdón.
(2) Un perdido, necesitando ser hallado.
(3) Un hijo de Satanás que debe ser movido a una nueva relación con Dios.
(4) Un culpable, necesitando el perdón que sólo Dios puede darle.
(5) Un muerto espiritual, necesitando vida que sólo Dios puede impartir.
(6) Un ciego, necesitando iluminación que sólo puede provenir de la Palabra de Dios.
(7) Un esclavo, necesitando liberación de Satanás y del pecado que sólo Dios puede lograr. El hombre está por lo tanto completamente imposibilitado de salvarse a sí mismo.

B. El hecho de la justicia de Dios.Dios es santo y debe juzgar el pecado. Él "de ningún modo tendrá por inocente al malvado" (Éxodo 34:6-7). Él ha revelado Su odio al pecado y Su sentencia contra todo aquel que muere en sus pecados: el destierro eterno de Su presencia. Leer Juan 8:21-24; Marcos 9:43-48; Lucas 16:22-31; Judas 11-13; Apocalipsis 20:11-15.
La conclusión obvia es: puesto que el hombre es un pecador y Dios es Justo, los pecadores necesitan ser librados o salvados de la penalidad de sus pecados. Su clamor debe ser: "¿Qué debo hacer para ser salvo?" La respuesta es: “Cree (coloca tu confianza) en el Señor Jesucristo y serás salvo” (Hechos 16:30-31).
Ningún hombre puede salvarse a sí mismo.

III. SU PROVISIÓN
El Evangelio es la buena noticia de que Dios en su infinita gracia ha provisto abundantemente su salvación a través de la persona y obra de su amado Hijo. Dos cosas son claramente enseñadas:
A. Cristo vino para ser el Salvador de los pecadores. “Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). El Hijo de Dios, igual y eterno con el Padre y el Espíritu Santo, llegó a encarnarse a fin de proveer salvación. Juan 3:16-17; Marcos 10:45; Mateo 9:12-13; Juan 10:11; 15-18.
B. A través de la muerte y resurrección de Cristo, esta salvación ha sido provista, a satisfacción completa de Dios. Así como Cristo voluntariamente colgó de la cruz, Él asumió la completa carga de nuestras culpas y pecados, cargó nuestros pecados en su propio cuerpo, y murió como sacrificio sustituto en lugar de todos los pecadores.
Todo el juicio de Dios contra el pecado cayó sobre Él, y todas las demandas de la justicia de Dios contra el pecador fueron plenamente satisfechas por la muerte de Cristo en nuestro lugar. Dios indicó Su completa aceptación de este sacrificio de Cristo resucitándolo de los muertos y sentándolo a su diestra. Leer I Corintios 15:1-4; II Corintios 5:21; I Pedro 2:24; Isaías 53:5; Romanos 5:6-9; Hechos 4:10-12; 5:31; 17:31.

IV. SU CONDICIÓN
Puesto que Cristo ha cumplido, por el sacrificio de sí mismo, toda la obra requerida para la salvación del pecador, ¿qué debe hacer el pecador a fin de experimentar esta salvación?
A. Debe arrepentirse. Arrepentimiento consiste simplemente en un cambio de mente, que resulta en un cambio de actitud hacia el pecado, el ego, el Salvador y la salvación, que se evidencia por un cambio de acción. Leer Lucas 13:3; Hechos 17:31; 20:21.
La convicción de pecado dará lugar a un fuerte deseo por la salvación; el orgullo pasará a la humildad; la auto-satisfacción se convertirá en una franca confesión de incapacidad, desesperanza y reconocimiento de una condición merecedora del infierno.

B. Debe creer el Evangelio, el testimonio de Dios concerniente a la Persona y obra de Cristo. I Juan 5:9-10.Como perdido y culpable pecador debe creer que Cristo murió por él, individualmente; que Cristo cargó sus pecados, tomó su lugar y, por Su muerte, cumplimentó toda la obra necesaria para su salvación (Romanos 4:5).

C. Debe aceptar al Señor Jesucristo, por un acto definitivo de su voluntad, como su Salvador personal, y de ahí en adelante como supremo Señor de suvida. Juan 1:12; Romanos 10:9-10; Juan 3:16; 5: 24; 6:47; Efesios 1:13. Este es el acto crucial. Expresa con todo tu corazón: "Señor Jesucristo, admito que soy culpable, un pecador perdido. Creo que Tú cargaste mis pecados sobre la cruz del Calvario y moriste en mi lugar. Ahora te pido venir a mi corazón y salvarme. Confío en la obra terminada en la cruz y te recibo como mi propio Salvador, de aquí en más quiero que seas el Señor y Maestro de mi vida."
Esto es lo que significa "creer en el Señor Jesucristo." Hechos 16: 31. Si tú nunca has hecho esto, ¿por qué no tomas ahora este paso de fe y le pides que te salve?


V. SU SEGURIDAD
¿Cómo puede alguien saber, con certidumbre, que es salvo? Respondemos sin ninguna vacilación: por la Palabra de Dios. Dios declara plenamente y en blanco y negro, que cada alma que confía en Su Hijo es perdonada, salvada y poseedora de vida eterna y seguridad por siempre. Leer Hechos 13:38; I Juan 2:12; Efesios 2:8; I Corintios 6:11; I Juan 5:13; Romanos 5:1; 8:1; Juan 10:27-30.
También habrá evidencia tal como: una nueva paz interior, deseo de conocer la Biblia, deseo de orar y de separarse de un estilo de vida pecaminoso. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (II Corintios 5:17).


VI. SU ALCANCE
La Salvación incluye tres aspectos: pasado, presente y futuro.
A. Pasado – La Salvación de la penalidad del pecado o consecuencias.Puesto que Cristo ha asumido la completa penalidad, la cual merecían nuestros pecados, el creyente es librado de sus consecuencias. Juan 5:24; Romanos 8:1.
B. Presente – La Salvación del poder del pecado o control. A causa de la presencia moradora del Espíritu Santo que imparte la naturaleza divina, el creyente está en condiciones de disfrutar libertad del dominio del pecado en su vida (I Corintios 6:19; II Pedro 1:3-4; Romanos 6:1-14). Esto no significa que el creyente es ahora incapaz de pecar; lejos de ello, pues todavía posee naturaleza malvada llamada "la carne."
En la medida que disponga para sí mismo de los medios que Dios le ha provisto, el pecado no será un factor dominante en su vida. Esta presente victoria dependerá de:
(1) La lectura, el estudio y la obediencia a la Palabra de Dios. II Timoteo 2:15.
(2) Mantenerse constantemente en contacto con Dios por la oración. Hebreos 4:14-16.
(3) La entrega de su propio cuerpo a Dios para tener una vida recta y útil. Romanos 6:13; 12:1-2. (4) La puntual confesión a Dios y el abandono de todo pecado conocido.I Juan 1:8-9; Tito 2:11-15.
C. Futuro – Salvación de la presencia del pecado. Esto será realidad en la venida de Cristo, cuando Él resucite los muertos y los transforme, de manera que ellos puedan tener cuerpos inmunes al pecado, al deterioro y a la muerte. Este es el aspecto final de la salvación que esperamos. Hebreos 9:28; I Tesalonicenses 4:13-18.

VII. SUS RESULTADOS
Son numerosos. Efesios 1:3-14. Seleccionaremos algunos.
A. Paz con Dios. Romanos 5:1.
B. Aceptación delante de Dios en Cristo. Efesios 1:6.
C. Gozo en Dios como hijos suyos, integración a una nueva familia. Romanos 5:10-11; 8:14-17, Gálatas 3:26-4:7.
D. Vida para Dios. II Corintios 5:14-15; Gálatas 2:20; I Pedro 4:2-5.
E. Servicio a Dios en la manera de buenas obras y testimonio de Él.Efesios 2:10; Mateo 5:16; Marcos 16:15-16.
F. Adoración, alabanza y oración a Dios. Juan 4:23-24; Hebreos 10:19-22; Hebreos 13:15; 4:14-16.
G. Un eterno hogar en el cielo con Dios. Juan 14:1-3; Apocalipsis 22:1-5.

¡Confiamos que tú no descansarás hasta conocer, en la autoridad de la Palabra de Dios, que eres eternalmente salvo!


Miguel A.Sandobal

El Pecado


I. ¿QUÉ ES PECADO?

Nadie puede leer mucho la Biblia sin darse cuenta que un gran punto de atención es dado al tema del pecado, su causa y su cura. Habitualmente pensamos en pecado en conexión con un crimen o asesinato.

Pero el pecado en la Biblia se refiere a todo lo que no alcanza la perfección de Dios. En Romanos 3:23, leemos: "por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios".

La "gloria de Dios" incluye el pensamiento de absoluta perfección. Pecado es por tanto quedar corto en la marca. Todos los hombres son culpables de esto.

Pecado es también declarado en la Biblia de las siguientes maneras:

A. Transgredir la Ley de Dios. Romanos 5:13.

B. Rebelión contra Dios, o infracción de la ley. I Juan 3:4.

C. Impureza moral. Salmo 32:5.

D. Los pensamientos malvados son tan pecaminosos, como los hechos malvados. Mateo 5:28.


II. EL ORIGEN DEL PECADO

La primera instancia de pecado registrada tuvo lugar en el cielo. El ángel Lucifer ambicionó ser igual a Dios (Isaías 14:12-14). Por este pecado de orgullo, fue echado del cielo y llegó a ser aquel que la Biblia describe por todos lados como el diablo o Satanás.

La primera instancia de pecado en la tierra se describe en Génesis capítulo tres. Tuvo lugar en el Jardín del Edén. Dios prohibió a Adán y Eva comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Ellos desobedecieron a Dios, comieron el fruto prohibido y se convirtieron en pecadores.


III. LOS RESULTADOS DEL PECADO

Tan pronto como los padres de la raza humana pecaron, tomaron conciencia del hecho de que estaban desnudos y trataron de esconderse de Dios (Génesis 3:10).

La paga del pecado es muerte. Adán llegó a estar espiritualmente muerto en el momento en que pecó. Quedó separado de Dios y fue expulsado de Su presencia.

También llegó a estar sujeto a la muerte física. Pese a que no murió inmediatamente, su cuerpo eventualmente fue condenado a morir (Romanos 5:12).

La naturaleza pecaminosa de Adán fue transmitida a toda la raza humana. Cada niño nace de padres pecadores, es un pecador por nacimiento, por elección y por práctica.

Por eso el hijo de Adán, Caín, fue un asesino, y el pecado comenzó su labor en la raza humana. Porque todos los hombres nacen pecadores, todos están muertos espiritualmente, y todos condenados a morir físicamente algún día. Leer Romanos 5:12-18 cuidadosamente.

El pecado del hombre acarreó la maldición de Dios sobre toda la Creación: el mayor de los hijos de Adán fue un asesino; espinas y cardos, por ejemplo, son evidencia de esa maldición. Otras evidencias son mencionadas en Génesis 3:14-19.

El hombre moderno trata de explicar que nuestra depravación es sólo fallas humanas y errores. Algunos de nuestros psicólogos tratarían de hacernos creer que el hombre está mejorando a causa de sus avances en conocimiento y tecnología.

De todos modos, no necesitamos pruebas del pecado teniendo cementerios, prisiones, hospitales y salas para funerales. Podemos llamarlo como queramos, pero lágrimas, enfermedades, tristeza, dolor y muerte son claras evidencias de los resultados del pecado.

¿Por qué el hombre peca? Leer Juan 8:44. Comenzó en el cielo y terminará en el infierno (Apocalipsis 20:10).


IV. LA PENA LEGAL POR EL PECADO

"La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23). Dios ha pronunciado a la muerte como penalidad por el pecado.

No hay manera que un hombre pueda perfeccionarse a sí mismo de modo que sea aceptable ante Dios. “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios” (Romanos 3:23).

Ya hemos visto que esto significa muerte espiritual y muerte física. Esta penalidad debe ser pagada. Dios debe juzgar al pecado o proveer una manera de limpiarnos y perdonarnos de nuestros pecados.

Mientras un hombre vive en sus pecados, está muerto espiritualmente y propenso a morir físicamente en cualquier momento. Si todavía él está en sus pecados al momento de morir, está sujeto a la muerte eterna. Esto significa que será separado para siempre de Dios y sufrirá para siempre en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda de la que se habla en Apocalipsis 20:14.


V. EL REMEDIO PARA EL PECADO

Dios ha provisto un remedio de modo que el hombre no necesite sufrir la condenación eterna por sus pecados. Él envió a Su Hijo Jesucristo a este mundo para proveer una vía de escape para el hombre.

El Señor Jesucristo nació de la virgen María, quien concibió por el Espíritu Santo, este nacimiento virginal fue absolutamente necesario a fin de que Él naciera sin pecado y de este modo no heredar la naturaleza pecaminosa de Adán. Él es el único hombre sin pecado que ha existido. En la cruz sufrió voluntariamente la paga del pecado y satisfizo todas las demandas santas de Dios. Desde que la pena por el pecado ha sido pagada, Dios puede dar vida eterna a todo pecador que se confiesa como tal y recibe al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador (II Corintios 5:21). (Esto será mas plenamente explicado en el tema de Salvación.)

Cuando una persona confía en Cristo, esa persona es salva de la pena y del poder del pecado. Esto no significa que no cometerá más pecado, sino que quiere decir que todos sus pecados, pasados, presentes y futuros han sido perdonados y que nunca más será juzgado por ellos. Recuerda que todos tus pecados eran futuros cuando Cristo murió.

En Cristo, cada persona tiene el poder para vivir en victoria sobre el pecado en vez de vivir para los placeres, poder del pecado y Satanás.Por esto es que Cristo Jesús murió en la cruz. “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia” (I Pedro 2:24).



Miguel A.Sandobal